Pisando seguro, es, pisar el qué, pisar el cómo, pisar el cuándo, el cuánto y el dónde de un seguro. Este blog dejará huella en tu concepto de seguro, mirarás y verás los calcetines que abrigan nuestro futuro, las chanclas que liberan nuestro verano y nuestros pies descalzos que nos dirán dónde vamos.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Suerte y al toro ...

A ver, Mariló, este va por tí, vamos al ruedo. Seguros de decesos, conocidos como "el de los muertos". 

Primero, todos tenemos que morirnos, así que este seguro puedes estar seguro de que va a servirte, eso de: con cara de medio guasa medio cabreo: - ¡yo no quiero un seguro de muertos porque todos los meses tienen que recordarme que voy a morirme!.

¡Mi alma!, ¡sí es que algún día pasaremos a mejor vida!, al menos a otra vida, porque aquella no sabemos como es. 

Así que si vamos a morirnos, a lo mejor nos va a dar igual que nos echen debajo de un puente,  pero a los nuestros quizás eso no le parezca una buena opción, y entonces, tendrán que gastarse más de 3.000€ para enterrarnos o incinerarnos. O a lo mejor nos gustaría descansar en un lugar especial

Quizás estás pensando, ¡que se las apañen!. ¡Pues no!, porque si le toca a tu hijo, más de 3.000 euros en el momento, el pobre ya no va de vacaciones ese año, ni el siguiente ni el otro. ¿Y qué necesidad tenemos de darle al chiquill@ el año?, ya tendrá bastante con su pena

Y si nos toca a nosotros, además de que tenemos que contar con ese dinero, ese día nada va a ser fácil, pero al menos si llamamos a nuestra compañía y ellos se encargan del traslado, del tanatorio, del cementerio, de todo, incluso de nuestra vida virtual, ehhh eso no lo sabías ¿verdad?, ¡con una llamada todo arreglado!

Si no tienes este seguro, ese día, al final, llamas a tu mediador de seguros, ese que ha intentando venderte la póliza de decesos desde que te conoce, y le dices, te necesito, y él, como favor personal, marca el número de una funeraria y la cosa empieza a marchar.

Y ahora, punto 2, forma de pagar. Existe la tarifa nivelada, la seminatural y la de pago único, pero llámame y hablamos, porque eso ya es más largo de contar jajajajaj, depende de tu edad .....


Suerte y al toro, lo importante es dar la vuelta al ruedo con las dos orejas y el rabo. Tirar la montera a esos amores de tu vida que te miran desde el tendido. Y mientras nos cortamos la coleta,  seguir toreando, y seguir pisando seguros.




miércoles, 21 de mayo de 2014

Entre fogones


Entre fogones, paño de cocina colocado en el bolsillo del delantal, y las manos en la masa.

Que me gusta una buena ventana con la persiana hasta arriba, y una rajita abierta que nos entre el aire, la tabla de cortar y un buen cuchillo, y todos los fogones encendidos. Y entre pelar las patatas y cortar la cebolla un buchito de un buen vino, y si la cosa se alarga nos ponemos música y a seguir disfrutando...

Manos a la obra, picamos los elementos, recursos, resultados, reputación y objetivos de una empresa, y sofreimos. Añadimos en trozos grandes las técnicas y los métodos, cuando estén doradas sazonamos con un poquito de identificación, análisis, gestión, y administración de los riesgos inherentes a la actividad empresarial. Un buen chorreón de vino y lo dejamos coger sabor (esta receta podemos adaptarla, depende de lo que tengamos en la nevera, cambiamos la empresa por la familia, o simplemente por uno mismo).

Y aquí tenemos el plato principal, una buena gerencia del riesgo.

Ahora ponemos la mesa, un mantel blanco, cubiertos, vasos y un canasto con pan. 

Y llega nuestro invitado, conocemos las consecuencias del riesgo, si está picante, o está salado, o quizás en su punto.

Y en esa sobremesa de charla con nuestro mediador, hacemos el seguro, acto de transferir a un tercero las consecuencias del riesgo.

El problema es que lo dejemos un poco crudo y estemos más pendiente del precio del contrato que de su cobertura. 

Y si no tenemos muy claro qué menú elegir, el mediador de seguros puede planificartelo, darte las recetas, e incluso invitarte a comer, sabemos recetas que quizás tú no sabes o simplemente has olvidado.

Hasta medicamentos tenemos, el ‘RH+’. Como dice Adolfo Campos: "Su composición sería la de la ‘R’ de Responsabilidad, entendida como el valor que está en la conciencia de la persona que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos. La persona responsable es aquella que actúa conscientemente siendo él la causa directa o indirecta de un hecho ocurrido. Está obligada a responder por alguna cosa o alguna persona y también cumple con sus obligaciones poniendo cuidado y atención en lo que hace o decide. La ‘H’ sería el ingrediente de la Honestidad, considerado como el valor de decir la verdad, de ser decente, recatado, razonable, justo y honrado. Quien obra con honradez se caracterizará por la rectitud de ánimo, integridad con la cual procede en todo en lo que actúa, respetando sobre todas las cosas las normas que se consideran como correctas y adecuadas en la comunidad en la que vive. Y el último ingrediente, la “+”, corresponde a la Positividad: las cosas tienen más de positivo que de negativo, todos los días sale el sol, aunque en alguna ocasión al estar nublado no se ve, pero el sol sigue saliendo igual…"

Aquí estoy lista para meter las manos en la masa, y seguir pisando seguros, me voy a preparar el almuerzo de mañana ....


martes, 6 de mayo de 2014

Jugando a los barquitos

Quinto capítulo de la saga de mi armario ... dice mi asesor vida, aquel chico guapo con los zapatos muy limpios y una mirada penetrante que iba a decirme todo lo que necesito, pues hoy toca Seguros de Vida.

Literalmente,  Vida Riesgo es la gama de seguros de vida y enfermedades graves, que ofrece una cobertura económica eficiente frente a las contingencias de muerte, invalidez, enfermedad grave.

Tengo el manual delante, y la taza de café, a ver qué hacemos, sobre mi armario, hoy bastante cómoda, con un look a rayas, totalmente marinero. Sólo me falta el barco para perderme  .... 

Hay tanta información como agua en el mar, y a veces es complicado ordenarla y resumirla para que quepa todo aquí.


Su garantía principal: el pago de un capital en caso de fallecimiento del Asegurado durante el período de vigencia de la póliza.

Garantías adicionales: Servicio de Gestoría en caso de Fallecimiento. Servicios de Segunda Opinión Médica en caso de enfermedad grave. Servicio de Cirugía Estética y Tratamientos Especiales en caso de Accidente. Opción de Compra de Cobertura de un Seguro de Vida Entera.

Garantías Complementarias: Anticipo por Diagnóstico de Enfermedad Grave. Capital en caso de Diagnóstico de Enfermedad Grave Hijos. Anticipo por Incapacidad Profesional Permanente. Anticipo por Invalidez Absoluta y Permanente. Anticipo por Pérdida de Autonomía Permanente. Capital Adicional en caso de Fallecimiento por Accidente. Anticipo por Invalidez Absoluta y Permanente por Accidente. Capital Adicional en caso de Fallecimiento por Accidente de Circulación. Anticipo por Invalidez Absoluta y Permanente por Accidente de Circulación.

Un seguro de vida es asegurar un capital a nuestra "familia" (entendiendo familia como la persona o personas que sintamos como tal, porque nosotros elegimos el o los beneficiarios) si nosotros morimos prematuramente, sufrimos invalidez o una enfermedad grave. Podemos terminar el viaje en el puerto o puede hundirse el barco, y como capitanes nuestra tripulación es lo primero

Aquí me quedo, a rayas pero sin el mar, cosas del lugar .... seguimos pisando seguros


lunes, 5 de mayo de 2014

Ya que estamos hablando de ahorro a largo plazo ....

Ahorro colectivo o ahorro individual: una obligación o un acto de responsabilidad 

Escribe: Rosa Di Capua, Socia de Mercer:

No pasa ni un solo día sin que los titulares de los diarios nos alerten de la dramática reducción de fondos en las arcas de la Seguridad Social, especialmente agravada en los últimos años por haber acudido a ellas ejércitos de ciudadanos expulsados de forma temprana del mercado laboral. 

Se han anunciado y aprobado profundas reformas del sistema público de pensiones que ya han convertido en realidad el recorte más o menos severo de nuestra expectativa de pensión pública de jubilación. Y a pesar de que tantos y tan recurrentes son los avisos, todavía tenemos en España una escasa demanda de ahorro para la jubilación, entendido como el que se canaliza a través de seguros de vida, de planes de pensiones y planes de previsión social empresarial, planes de previsión asegurados (PPA) y Planes de ahorro sistemático (PIAS). 

Las investigaciones realizadas por la Fundación de Estudios Financieros sobre el “Ahorro Familiar en España” ilustran claramente que en los últimos 30 años se había producido un crecimiento desproporcionado de la inversión respecto al ahorro y ello ha generado la tasa de endeudamiento público y privado que estamos sufriendo hoy. 

Sin embargo desde el 2008, debido a una creciente incertidumbre en el empleo y de desconfianza en el sistema financiero, esta tendencia se ha invertido y el ahorro de las familias españolas ha empezado a crecer frente al consumo y a la inversión, especialmente en detrimento de la inversión en vivienda. Pero el ahorro de las familias españolas, cuyo patrimonio está poco diversificado (casi el 80% en inmuebles), ha buscado refugio en los activos financieros “clásicos” (depósitos y fondos de inversión) posiblemente atraído por tipos de interés elevados y olvidándose nuevamente del ahorro a largo plazo y de la necesidad de construir un complemento suficiente para la jubilación. 

Desde el año 1985 en el que apenas un 2% de los activos financieros de las familias españolas se destinaba a fondos de pensiones y seguros la tendencia había ido in crescendo culminando en 2002 con una punta del 16%. Sin embargo, desde entonces la tendencia se ha detenido y algunos años incluso invertido, manteniéndose estancada en esta última década. 

¿Por qué ese crecimiento y luego el parón? Creo que no me equivocaría si dijera que mucho tiene que ver con la política fiscal del gobierno de turno: no olvidemos que todos adoptamos decisiones económicas en familia y con Hacienda sentada a la mesa! De la misma forma que las deducciones en la compra de vivienda han estimulado la inversión en inmuebles de forma desmesurada, el tratamiento fiscal de los planes de pensiones había favorecido la elección de este producto de ahorro durante el tiempo en que se mantuvo “atractivo” (con reducciones, por ejemplo, para el cobro en forma de capital). Lamentablemente los cambios en nuestro marco normativo no han dado la estabilidad deseada al sistema y la política legislativa, con el pretexto de favorecer el cobro de rentas, en lugar de beneficiar a estas, ha penalizado el cobro en forma de capital, tanto en planes como en seguros. 

No es cierto, entonces, que los españoles no ahorramos: aun viviendo una difícil crisis económica y contando con unos niveles salariales medios muy bajos en comparación con otros países europeos, las familias tienen capacidad de ahorro (entorno a un 10% de sus ingresos dicen las estadísticas más recientes). ¿Pero por qué no ahorramos para la jubilación? ¿Por qué escogemos un depósito u otros productos financieros complejos que prometen altas rentabilidades y acaban generando un riesgo insospechado de no retorno? Cuando hablamos de ahorro individual para la jubilación y de lo que adolece, las respuestas, a mi juicio, se resumen en tres: 

  • Necesitamos fomentar desde las escuelas y las familias una cultura de la previsión a largo plazo y menos del “carpe diem”. Debería ser una obligación. 
  • Necesitamos maximizar el rigor y la ética en el asesoramiento financiero que se ofrece a las familias y adecuar el lenguaje al nivel formativo de sus destinatarios 
  • Necesitamos una política fiscal estable y alineada con el favorecimiento del ahorro finalista porque ello condiciona las decisiones familiares