Pero por eso, quizás es tiempo de sentirnos seguros. Puedes pensar que cómo, tiempos de crisis, no hay estabilidad, no hay confianza, no hay caras agradables, y cuando las encontramos pensamos ¿está loco o estoy loca?; pero se agradece, cuando alguien dice buenos días y te muestra una sonrisa, el día empieza a tener otra forma, y entonces piensas, ¿quizás no esté tan loca? o bueno, ya somos dos locos.
Este blog comenzó con la idea de haceros pensar, de que surjan dudas, de que me preguntéis, son tiempos para pensar, no para coger lo más barato, lo más a mano, o simplemente no hacer nada.
A veces es complicado ver para qué nos sirve un seguro, los obligatorios están claros, todos tenemos seguros de coche, por ejemplo, pero ¿y el resto?. Es fácil pensar que no sirven, que es un dinero que usamos en otras cosas, porque ¿vamos a llegar a la jubilación?, ¿mi casa vale tanto?, ¡¿¡cuando yo muera que se preocupen los demás!?! ¿yo qué se si mis hijos van a estudiar? ¡¿que ahorren cuando empiecen a trabajar?! ¡¿la seguridad social siempre está ahí!?
Son afirmaciones o preguntas, no estoy escribiendo por escribir algo, estoy escribiendo porque creo en mi profesión, quiero gestionar y reducir los riesgos que te afectan, a ti como persona, o como entidad; mi trabajo tiene una repercusión final sobre la calidad de vida, seguridad, servicio, asesoramiento y riqueza, contribuyen a mejorar el estilo de vida elegido a largo plazo; mi principal preocupación es el futuro, quiero mejorar tu vida a través del seguro.
Yo creo en los seguros, los seguros sirven.
Y así ando, pisando seguros. ¿Y tú?
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