En el Prólogo del libro de Victor
Küppers Vivir la vida con sentido, podemos leer: “… Resumiendo, cada día tengo menos tiempo para
mí solo. Sin embargo, y aunque a
priori parezca imposible, cada día que
pasa soy más feliz, cada día que
pasa renuncio a menos cosas que me gustan y cada día que pasa consigo hacer un
mayor número de cosas nuevas. Para mí sólo existe un secreto: planificar bien,
priorizar en el orden adecuado y, lo más importante, disfrutar de todas y cada
una de las cosas que hago…”
Disfrutar de todas y cada una de las cosas que hago, eso parece casi
imposible pero, si seguimos leyendo su libro “…empieza a ser un lujo disponer de unos minutos para reflexionar … examinar siempre es positivo y necesario.
Ayuda a darse cuenta de las cosas, a verlo todo con perspectiva, a priorizar, a relativizar, a corregir, a coger fuerzas y reponer energías..”
Esta es la clave de ser una
bombilla con patas, de las que alumbran claro, ¿qué es una bombilla con patas?,
dice Victor Küppers que todas las personas somos bombillas con patas porque
transmitimos sensaciones, emociones y sentimientos. Pero no todos transmitimos
lo mismo, hay personas que van a 30.000 vatios y personas que van fundidas. Las
de 30.000 vatios enamoran, irradian honestidad, integridad, confianza, bondad,
alegría, serenidad, paz, humildad, profesionalidad, generosidad, amabilidad. Las
fundidas, ya podemos imaginar como son.
A mí me gustan las de 30.000, y
con este concepto de bombillas con patas, y cómo serlo y no morir en el intento
os dejo. Voy a seguir leyendo, y a seguir escribiendo. En esos minutos de
reflexión intentar dar una vueltecita por vuestros seguros, por lo que
significan, por lo que conllevan.
Seguimos iluminando, pisando seguros
No hay comentarios:
Publicar un comentario